
Inspiración: Japón
Sé que he hablado mucho sobre Japón debido a que he viajado tres veces al país y que he compartido varias historias, reseñas, frases y fotografías, pero ¿por qué hablo tanto del país y qué tiene de especial en mi vida? Se podría resumir que es una de mis más grandes inspiraciones, pero la verdad es que hay mucha historia detrás.
Un país espiritual y con mucha serenidad
No miento si digo que los pueblos en Japón (y algunas calles) están llenas de silencio. Es un tipo de silencio que no he percibido en otro lugar y que, además de inspirarme, me tranquiliza y me llena de una profunda paz. Cuando estoy tranquila, puedo imaginar y crear. Cuando estoy en silencio, puedo escribir y leer. Y cuando estoy en paz, puedo ser yo. En otras palabras, Japón me permite expresarme como sólo yo sé hacerlo.
Además de todo, el país tiene mucha magia. Los templos y santuarios están cargados de algo místico que me inspira, que me llena de fuerzas. Las calles, los ríos; sus casas y sus parques irradian magia, magia que me permite conectarme con el mundo y con mi interior. Creo que ahí reside el por qué me inspira tanto, porque hace que me conecte con mis emociones, con mi paz interior; con mi espiritualidad y con la humanidad.
Todo este romanticismo en mi interior debe ser expresada de alguna manera y es por eso que escribo sobre el país, que regreso cada vez que puedo, que no dejo de hablar de él. Tengo pendientes mis diarios de viaje; estoy escribiendo un poemario inspirado en el país; escribí un cuento desarrollado en Japón (que actualmente está en concurso); no dejo de llenar el blog con fotografías o textos referentes al país. Para resumir, no dejo de hablar ni de tener presente en mi vida al país del sol naciente porque me satisface, me llena de paz y me gusta todo lo que me da.
Música y literatura
No conforme con toda la poesía que Japón genera en mí, la verdad es que no sólo sus calles o santuarios hacen que me sienta atraída por el país. También su música y sus libros.
Hace cerca de doce años conocí gracias a un video musical a mi banda favorita: DuelJewel. Con ellos he tenido una historia interesante, una conexión profunda y algo que no sabría explicar; pero ellos están cuando los necesito, el significado de sus canciones es como un abrazo; cada que los escucho salvan un poco más mi vida y cuando hemos tenido la oportunidad de estar juntos, en el escenario, existe algo indescifrable, algo místico, emotivo, personal, que me une a ellos cada vez más. Además de inspirarme, son el amor de mi vida. Haría por ellos lo que fuera (los he visto tres veces en concierto) y ellos lo saben. ¿Por qué? Porque existe ese algo, ese vínculo, ese “hilo rojo”, que nos une aunque estemos a miles de kilómetros de distancia.
Por otro lado, está la literatura. Poco a poco me he sumergido más en libros y autores japoneses y la forma en que transmiten sus ideas; la humanidad que le impregnan, las frases tan naturales que utilizan y el cómo manifiestan sus sentimientos, me inspiran a escribir. Tal vez no todos serían una guía para mí como escritora, pero he visto en sus libros y en su manera de pensar, que en ocasiones se asemeja mucho a la mía y a mi forma de redactar.
Además de todo, conocer Japón a través de la lectura tiene sus ventajas. Aprendo más de su historia, de las personas, de cómo piensan y de sus emociones. Gracias a los autores japoneses logro comprender un poco más su vida diaria, sus costumbres y el por qué son como son. Creo que es una vía muy romántica de conocer al país, al menos de que consiga una pareja japonesa.
Escucho mucha música japonesa tradicional, famosa o independiente. También estoy empezando a crear una biblioteca especial de puros autores japoneses. Y ahora, con todos mis proyectos de escritura, estoy aprendiendo más del país. Esto, sumado a mis viajes y a la espiritualidad, hace que Japón sea uno de mis lugares favoritos y de inspiración. Falta conocer otros lugares.

