
Vida Diaria: Presentación de Chiyoko y mi experiencia en la FIL Guadalajara 2019
Si he de ser sincera, esperaba más de la presentación del libro. Entiendo que mi cuento no fue el ganador y que se le tenía que otorgar más protagonismo a la persona que se llevó el primer puesto; pero muchos de los demás autores, quienes quedamos finalistas, asistimos al evento para darnos a conocer; para que las personas conocieran nuestro cuento y para hablar sobre nuestra obra.
Me sentí un poco decepcionada.
La hora que duró el evento fue enfocado al ganador y en sólo diez minutos nos entregaron nuestro reconocimiento y tres ejemplares del libro. Y nada más.
Comprendo también que no había mucho tiempo, que éramos muchos los finalistas; pero también quería que se hablara de nosotros, de nuestras historias y de nuestros escritos que, con mucho amor y pasión, escribimos para enviarlo a concurso.
Esperé más del evento y por eso, me sentí un poco defraudada.
Pero Chiyoko ya está impreso
Eso sí. Y es una felicidad enorme que, de cerca de mil personas que enviaron el cuento, Chiyoko quedara entre los primeros veinte lugares. Seré sincera nuevamente: yo quería el primer lugar. Escribí Chiyoko con el alma en la pluma, con lágrimas de tristeza de no poder estar en Japón; con mucha nostalgia y con el corazón en cada línea. Ha sido el cuento que más he amado escribir; que más he disfrutado y mi favorito hasta el momento.
Es un gran logro y orgullo saber que de los mil cuentos, Chiyoko salió como finalista en el sexto premio Endira de cuento corto dentro de la antología Vampiro, Pablo Argüelles y otro autores. Ver mi historia impresa, con una linda portada y mi biografía hacen que mi camino como escritora siga su trayecto; continúe caminando y que no me rinda para seguir con mi pasión.
Recibir mi libro y tener la firma de los demás finalistas fue una convivencia extraordinaria. El after party también fue muy llenador. Conocí mucho sobre la literatura, la escritura y el oficio de escribir. Juntarme con personas que saben lo que hacen y que se dedican a lo mismo que yo, me da fuerzas para continuar con mi pasión. El que me lean, el que les guste lo que hago y que sigan esperando mis escritos, también son motivo de seguir adelante en esos momentos en los que pienso que no sirvo como escritora o que mis textos no serán leídos por nadie. Gracias por continuar conmigo, por leerme y por apoyarme. A todos ustedes les dedico este nuevo logro.
¿Y la FIL Guadalajara 2019?
Me encontraba en el paraíso. Literalmente. A pesar de que había mucha gente y hacía mucho calor, no me dieron ganas de matar a nadie ni de salir corriendo, ¿por qué? Porque estaba en el cielo de los libros.
Había dos partes. Una donde estaba las editoriales nacionales: Porrúa, Random House, etc y las que se encuentran siempre en cualquier feria del libro. No cabía de la felicidad el caminar por los pasillos y ver el mundo de libros. La otra parte era de editoriales internacionales como India, Corea y Latinoamérica. Esta parte de la feria fue la que más me gustó porque existían libros que nunca había visto o que deseaba y que no había manera de conseguir. De verdad, ir ahí es con dinero…mucho dinero.
El presidente de la Editorial Endira dijo en la fiesta: “No sé si este tipo de eventos hacen felices a los asistentes o los ponen más tristes”. Entiendo su punto. Como lectora estaba fascinada. Los libros son mi razón de despertarme todos los días, lo que me mantiene con vida. Siempre que ya no puedo más, recuerdo los libros que tengo por leer y la depresión se me pasa. Pero como escritora, el universo de libros sí es muy triste. Espejismos ni siquiera aparece en esos estantes, entre tanto mundo, nadie conoce mis poemas y eso es como el dicho de “buscar una aguja en un pajar”. Para las editoriales tampoco es fácil (porque en un futuro quiero tener mi propia editorial).
¿Cómo competir con editoriales enormes como Planeta, Random House o Ediciones B? Es un mundo de editoriales, libros y escritores y nuestros libros, pequeños y casi olvidados; están en un estante de un metro por un metro, donde nadie los ve, donde sólo una persona compra alguno… donde, vuelvo a repetir, Espejismos ni siquiera figura entre el catálogo de los que están en el mercado.
Es tan triste.
Pero a la vez motivante
Sé que por ahora me leen ustedes y lo agradezco infinitamente. Es mejor tener dos lectores leales a cien que no esperan nada de mis escritos. Y a esos que esperan más de mí, tienen todo mi corazón puesto en cada una de las líneas que escribo.
Tal vez, por ahora, no soy una JK Rowling ni un George Martin; pero las historias que escribo, sean poemas o micro relatos, las escribo con el alma, con pasión y mucho, mucho amor; incluso las letras que describo en mi blog son pensadas en ustedes. Son escritas con todo el cariño que le tengo a la escritura, a la lectura y al mundo literario para, en primer lugar, tocar mi corazón y así poder llegar al suyo.
¿Y todos los libros que compré?
La verdad es que me hizo falta dinero y tiempo para poder disfrutar de toda la FIL. Se necesitan unos tres días para estar en las actividades, pasear por pasillos y sí, mucho dinero (y espacio en la maleta) para comprar todos, todos los libros que ahí tienen. Es como entrar a una juguetería o a la fábrica de chocolates de Willy Wonka.
Un sueño, el cielo de los amantes de los libros. El olor del papel, el plástico, el mundal de ejemplares hace que te vuelvas loca, que no sepas por dónde empezar ni qué ver o qué comprar. En serio, me volví loca ¡quería todo, todo, todo!
A pesar de que ya tenía mi “itinerario”, la verdad es que no llevé acabo nada. Visité algunos de los estantes que deseaba, compré libros que ansiaba; pero no estuve en las pláticas que me llamaban la atención. Después de cinco horas de pie, me engenté, me acaloré y me pesaba la bolsa llena de libros. Quería seguir recorriendo los pasillos y disfrutar de la belleza, como la de un arco iris que se puede tocar con la mano. Pero cansa, y mucho. Es estar ahí dos o tres días y salir con veinte libros cada vez que pisas el recinto.
No hay palabras para describir esa emoción, ese renacer, esa sanación que me entregó la FIL, los montones de libros y los ejemplares que compré. Lo repito, son antidepresivos naturales. No existe mayor satisfacción que asistir a este tipo de ferias, llenas de editoriales de todo el mundo y comprar, comprar y comprar.
Siempre que salgo con un libro, o diez, la felicidad regresa a mí, conozco lo que en verdad es la felicidad y la magia del planeta Tierra. De verdad, los libros son lo mejor que el humano pudo inventar. Sin libros, sin arte, el mundo ya se hubiera caído en pedazos; así como yo.
Ah, por cierto, confieso que la mayoría de los libros que compré son asiáticos, especialmente japoneses. Lo siento, no puedo evitarlo. Ya encontré la literatura que más me gusta.
¿Fuiste a la FIL Guadalajara 2019? ¿Te gustaría un ejemplar de Chiyoko? Cuéntame en los comentarios.


2 Comentarios
Elena Fragoso
Hola Rocío:
¡Te leo y ya quiero leer Chiyoko! Me emociona mucho pensar en las sensaciones y emociones que se deben de vivir con el hecho de saber que fuiste seleccionada entre tantos escritos que muy seguramente también tienen una historia detrás; entre tantas ilusiones, expectativas y sueños, los tuyos fueron seleccionados para ser publicados y eso ya me habla mucho de lo que debe de estar plasmado en esas páginas.
Te envío un gran abrazo de felicitación y en cuanto pueda lo leeré, definitivamente no puedo perdérmelo.
¡ENHORABUENA POR CADA PASO QUE DAS HACIA TUS SUEÑOS!
Rosee
Hola, gracias por leerme y sí, espero que puedas tener a Chiyoko en tus manos muy pronto. Me encantaría que fueras parte de esta historia que tanto amé escribir.