
Poesía: Escucho
Escucho el sonido del piano
entra por mis oídos
se asienta en mi corazón
es una triste melodía
recuerdo algo que nunca fue
lugares que no visité
abrazos que ya no daré.
El violín lo acompaña
suave
disperso
como el sonido del cielo
aquel que representan
cuando un ángel baja del firmamento.
Escucho la combinación
el violín se hace más fuerte
como las lágrimas que caen
como esa alma vacía
que ha dejado cada una de mis caídas
pérdidas
muerte
aflicción;
soy un cúmulo de sonidos melancólicos
un ser que vive de la soledad
como el sonido que escucho
que se hace más intenso
y me transporta a esos momentos
en los que el alma se rompió en dos
cuando no había salvación
la belleza que dejé pasar
el amor que no se llegó a completar.
Ambos sonidos se mezclan
la añoranza llega
y en cuatro minutos
con treinta y siete segundos
viajo en una nave efímera
que me muestra mi vida
no los momentos felices
no lo instantes alegres;
sino aquellas partes de dolor
que en tantos años he participado
como un espejo que refleja la lluvia
un cielo nublado
la nieve que cae en penumbra
sin crear ningún sonido
así como el corazón que se parte
y que nadie escucha
nadie comprende.
La fusión del piano
el violín a su lado
escucho su llanto
como el mío que sigue intacto;
no se mueve
no se aleja
ahí vive
existe
es parte de mí
pedazos de nostalgia que me han compuesto
que sin ellos no existiría mi cuerpo
mi cerebro
mi espíritu.
Escucho
casi termina
como el llanto que llega y se marcha
como las sonrisas que vienen y se van
para no regresar
para formar parte de un todo
de un ser completo
que ama
piensa
siente e imagina
que arma una historia de tristeza
que se escapa a una tierra lejana
que recuerda los instantes
una mezcla de alegría y añoranza.
La fusión de dos instrumentos
el juntar dos sentimientos
uno predomina más que el otro
como la pena que en mi vida manda
el violín que es felicidad
una emoción que se convierte en soledad.
Cierro los ojos y veo esos paisajes
en algunos sonrío plena
como las cuerdas que hacen magia,
la mayoría tiene lágrimas
como el piano que genera tormentas
como ese sonido dulce
de aquello que en inglés le llaman “heaven“.
La mezcla de ambos sonidos
ambos sentimientos
son un todo dentro de lo que me hace vivir
día con día
y así continúo
escuchando canciones
nuevas o viejas
que representan lo que llevo en mi interior
la felicidad y la pena;
la imaginación y la poesía
algo que no tiene palabras
como la creación de la Tierra
y que cada vez que no sé cómo continuar
escribo
escucho los sonidos internos
los sonidos de los instrumentos
y así
escribo.

