
Vida diaria: escribir un diario
Tengo muy mala memoria y cuando no tengo nada de ganas de escribir, lo que hago es escribir en mi diario. Jamás lo había hecho y me daba flojera escribir por día; pero no fue hasta que tuve la necesidad de expresar cómo me sentía y recordar algunas cosas, que empecé a hacerlo. Además, en el taller de escritura de viajes, se habló de las ventajas de tener un diario y, hasta el momento, me ha ayudado y me ha gustado.
Escribir un diario
No lo hago todos los días, sencillamente porque no todos los días me sucede algo digno de ser escrito. Lo hago cuando quiero mostrar un sentimiento o cuando sucedió algo que deseo contarme a mí misma. Por que eso es un diario: una escritura personal para mi yo del futuro.
Además de ayudarme a vaciar mis sentimientos, tener el registro de algo que me sucedió y leerlo después es algo grandioso. Me pasó en mis dos viajes pasados. No tuve un diario como tal, pero anoté lo más importante que me pasó en el día para no olvidar nada. En el diario que tengo en estos momentos me estoy explayando más porque tengo el tiempo y porque me sirve como práctica de escritura y creativa.
¿Han escuchado el término journaling? Bueno, yo tampoco hasta que Aniko Villalva, la chica que me inspiró a viajar de mochilazo, la que me dio el taller de escritura de viajes y quien hace un montón de cosas creativas que me inspiran, lo mencionó en uno de sus post de Instagram.
El journaling es escribir un diario, plasmar sentimientos, pensamientos y cosas que nos gustan en miles de libretas. Cuando vi la manera tan bonita en a que estaban adornadas y el cómo las hacía, quedé fascinada.
Esto es un poco a otro término llamado scrapbooks. Desde hace mucho tiempo quería hacerlos, pero o no me daba el tiempo —me refiero a que yo no me daba ese tiempo— o no sabía por donde empezar. Y un día, antes de terminar el 2019, comencé a hacerlo.
Diario, journaling, scrapbooks, el nombre que sea
Después haré una entrada especial a este tipo de prácticas y el cómo son, cómo se ven y lo bonito que pueden llegar a ser. A mí me falta mucha paciencia y creatividad manual para hacer este tipo de prácticas. Antes tenía mucha habilidad manual: pintaba cerámica, bordaba y cocía en fieltro; incluso era la que siempre adornaba la casa en Navidad o Día de Muertos con moños, figuras o lo que fuera. De repente, un día, esa creatividad con mis manos se me fue y he querido recuperarla de alguna manera. Es por eso que tengo el presentimiento de que escribir este tipo de diarios me ayudará mucho, no sólo a escribir, a soltar la pluma y a vaciar mis emociones; también a realizar una actividad creativa que no sea sólo escribir.
Creo que como persona creativa tengo que encontrar distintas maneras de explorarla. Ya sea escribiendo, leyendo o dibujando de vez en cuando. Tal vez tocar un instrumento me ayude —un cello por favor— y el escribir en mi diario sea algo que me ayude.
Trato de ponerle color, escribir en hojas bonitas, hacer dibujos y utilizar washitapes —una especie de cinta con pegamento, pero que tiene dibujos preciosos (la mayoría de ellos los compré en Japón)—. Lo que sea para que ese cuaderno que tengo destinado se vea bonito, colorido y creativo.
Además de ser un recordatorio de sucesos importantes de mi vida, escribir un diario me ayuda a seguir explorando mi esencia creativa. ¿Tú escribes uno?

