
Poesía: Rabia
No fue rabia
tampoco tristeza
no fue una emoción dolorosa
tampoco un sentimiento feliz;
no hubo soledad
mucho menos compañía.
Tampoco fue silencio
ni duda, cariño o molestia
ni siquiera fue ira
abandono o un abrazo
podría decir que tampoco alegría
no existieron ni las lágrimas.
No hubo un vacío
ni un palpitar rápido o lento
no se detuvo la respiración
en ningún momento existió dolor.
¿Entonces qué fue?
Te podrías preguntar.
Así como lo explicó Michael Ende
esa sería mi respuesta
en “La historia interminable”
lo que ocurrió fue que existió todo
y así se lo comió la nada.

