Bloqueo literario
Vida Diaria

Bloqueo literario: Cuando no quieres leer ningún libro

No sé si les ha pasado, de seguro sí; pero existen momentos en los que ningún libro nos satisface y por más que sostenemos sus hermosos cuerpos, no queremos saber nada de ellos.

Vamos a nuestra biblioteca y vemos uno, lo agarramos, lo miramos y lo volvemos a dejar en el estante. Eso repetido como una cinco veces y al final, no leemos nada.

Puede que estemos enfrascados con una lectura y de la nada, ese libro ya no nos llena, nos cuesta trabajo. Lo dejamos pausado, nos vamos a otro pendiente y ¿que sucede? Que tampoco nos llama la atención.

Dicen por ahí que no todos los libros están hechos para todas las personas. También está el dicho de que a veces un libro —o uno mismo—no está listo para sumergirse en la historia en ese momento; que ya habrá un después. Que existirá el momento indicado en el que libro y lector se unan para ser uno. Puede que esto sea cierto, me ha pasado muchas veces. Por momentos no estoy en el mood para leer cierto tipo de libro, pero encuentro otro y ya, soy feliz. Pero cuando ninguno de los títulos me llama la atención; cuando agarro cinco, seis, siete y no quiero leer ninguno; empiezo a leer uno y al segundo capítulo lo dejo para hacer lo mismo con otros más; ahí es cuando ya viene el “bloqueo literario”

Bloqueo literario

Bloqueo literario

Significa no estar en sintonía con la lectura; no querer leer nada; no encontrar satisfacción en ningún libro. Y ¿saben qué? ¡Es horrible!

Como amante de los libros, me frustra mucho no poder estar en concordancia conmigo y con la lectura. Me siento vacía, triste, mal; pero así como tengo un libro en las manos, así lo aviento en el librero.

¿Por qué pasa esto? Pueden ser distintos factores. Existen varias que son clínicas, pero no entraré en esos detalles. Puede ser por aburrimiento, porque no he encontrado ese libro que despierte nuevamente mi amor por libros —nunca se pierde, sólo se esconde—, o porque simplemente son etapas en las que llego a caer de vez en cuando y que de la nada salgo de ese agujero feo.

Me pongo a pensar ¿por qué no quiero leer tal libro? A lo mejor porque me siento presionada. Puede que sea porque no es el libro indicado para mí en ese momento. ¿Por qué veo las portadas de diez libros y ninguno me llama la atención? Tal vez porque no son los que quiero leer en ese momento. Puede que sea por adicción a tener nuevos libros: si no compro nuevos ejemplares me cuesta leer los que ya tengo. Sí, tal vez sea por eso.

Cuando me siento frustrada o enojada por algo, me desquito comprando un nuevo libro —no todo el tiempo porque el dinero no me lo permite—, pero tener una nueva historia entre mis manos, oler sus páginas nuevas y acariciar su portada hace que me motive, que reviva mi amor por la lectura y que se reactiven esas emociones que estaban opacadas por la tristeza, por la frustración, por la falta de placer en un libro.

Lo mejor de todo es que, aunque no compre libros, el bloqueo dura poco y después regreso a la lectura con mucho amor, expectativa e ilusión. Porque los libros son parte de mí y así como a veces no quiero saber de nadie o no deseo escuchar cierto tipo de música; también los libros entran en la categoría de: por ahora no.

¿Han tenido algún bloqueo literario? ¿Cuál es el motivo? ¿Les cuesta salir de él? Me gustaría leerlos en los comentarios.

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