
Recomendación: Película Colette
El fin de semana la película llamada Colette, la cual está basada en una de las escritoras más famosas de Francias. He de ser sincera, no la conocía, ni siquiera había escuchado de ella, pero cuando terminé de ver la película me interesé tanto en su obra que estaré leyendo algunos de sus libros próximamente.
Pueden encontrar la película en Amazon Prime y la verdad es que, si eres escritor/a vale muchísimo la pena. Y si no, es un dato histórico de la literatura que vale la pena conocer.
Película Colette
La historia narra la vida de Sidonie-Gabrielle Colette, una mujer de campo que se casa con un célebre escritor reconocido bajo el seudónimo de Willy. El problema con este hombre es que es un mujeriego, además un escritor falso ya que le paga a escritores fantasma para hacerse de la reputación y el renombre de ser un buen artista. Colette es buena para contar historias, incluso le corrige el correo a su marido; es por eso que, cuando Willy se ve en banca rota, utiliza a su esposa para crear al personaje de Claudine: una chica de campo que vive sus aventuras en la escuela.
El libro se vuelve tan famoso que Willy comienza a explotar a Colette para escribir más sobre esta niña, algo que se convierte en una tortura para ella: la pasión por la escritura se vuelve un tormento. La encierra para que escriba, se alza el cuello frente a su esposa; recrean obras de teatro en base a lo que él quiere y conviene mientras que Colette debe quedarse callada y no revelar la verdad.
Poco a poco, Colette se empieza a cansar de su esposo y desea empezar a vivir su propia vida: descubre su bisexualidad, su gusto por el teatro y retoma el amor por la escritura para describir lo que ella siente, piensa y añora.
Sexualidad y escritura
La historia es verídica y ambientada a finales de 1800 y principios de 1900 por lo que, para la época, la forma en que ella explota su sexualidad, se viste y lucha por sus derechos como creadora de Claudine, son admirables. Fue algo que me gustó mucho de la película: las ideas liberales de la escritora y de sus parejas mujeres. Incluso, una de ellas se viste como hombre y, a pesar de que es tachada de grosera y mala, a las dos no les importa mostrar su amor y representar escenas de besos entre mujeres en las obras de teatro.
Por otro lado, como escritora, Colette es un ejemplo a seguir. Ella no confiaba en su talento, por lo que, al inicio le parece bien que el nombre de su marido aparezca en lugar del de ella. Pero cuando vio lo que fue capaz de hacer y que su esposo la obligaba a escribir y la encerraba por horas se percató de que no era la manera en que deseaba expresar sus emociones y sus historias.
Hubo un tiempo en que dejó de escribir, pero las letras jamás la abandonaron. Cuando se vio libre y sin ataduras, empezó a escribir para ella, sin presiones y lo que le gustaba expresar. Esto fue algo que me encantó.
Como escritora me atrapó su vida, su sufrimiento y las ganas de querer expresarse sin que nadie la tachara con descortesía. Ella anhelaba sacar sus sentimientos, expresar su sexualidad, escribir con pasión; y que al final lo lograra, hizo que me sintiera orgullosa de ella tanto como artista como persona.
La escritura, una vida
Incluso en los años en los que vivimos, hemos escuchado que obras hechas por mujeres no se venden, que usen nombres que parezcan masculinos, hasta los concursos literarios son, en su mayoría, ganados por hombres. La realidad de Colette no está tan alejada de la nuestra. Tuvo que estar escondida bajo el nombre de un hombre, con miedo a salir con la mujer que amaba, con la vergüenza de actuar ante el público; pero al final venció todos su miedos, cada obstáculo y, para la época, le importó un cacahuate lo que dijeran mientras ella pudiera ser feliz.
Me inspiró mucho la película y la protagonista. Escribir no es a fuerza, debe salir desde el alma. Por eso, cuando ella desata los grilletes de su relación con su marido, regresa a ser ella, a ser la cuenta historias que tanto amaba hacer.
Seas o no escritor/a te recomiendo mucho la película. Vale mucho la pena por el simple hecho de ver como una mujer hace valer sus derechos de autor, de mujer y de su sexualidad.

