Inspiración,  Vida Nómada

Inspiración: escribir bajo otro seudónimo

Desde hace tiempo tengo bloqueo del escritor. Me cuesta mucho escribir algo. Incluso, pensar en una nota para el blog se vuelve algo pesado para mí. De verdad, me cuesta agarrar el cuaderno o sentarme frente a la computadora y redactar algo, lo que sea, por muy mínimo. Puede que sea la cuarentena o algunos problemas personales que me estén arrebatando la energía; pero por más que intento, algo frene mi mano, mi cerebro y dejo el cuaderno, abandono el teclado y me frustro más de lo que ya estaba.

Pero, desde hace unos dos o tres años, escribo frases cortas bajo otro seudónimo muy diferente a lo que es Rosée y, en estos momentos, me está ayudando un poco.

Rosée tiene una voz, tiene muchas cosas qué contar, cuentos por narras y situaciones por plasmar. Rosée tiene su propia manera de decir las cosas: de manera poética, romántica y llena de naturaleza, del día a día. Está empapada de literatura japonesa.

Pero, ¿qué sucede con mi otro seudónimo? ¿Por qué es tan diferente?

Cuando cambio el chip y me convierto en esa otra persona, las frases salen de una manera distinta. Sí, están cargadas de emociones, pero tiene una voz distinta. Son frases pequeñas que nadie lee porque es un seudónimo secreto. Son aforismo de la vida diaria de esa persona que escribe lo que siento y cómo lo siente, sin miedo y sin el “qué dirán”.

Me encanta ser Rosée porque soy yo, es mi versión que amo como escritora, pero el otro seudónimo me ha ayudado a escribir de manera diferente, desde otra perspectiva. Y escribir, aunque sea poquito, ya es decir mucho porque puedo hacer algo con ese contenido, con todas esas emociones.

Lamento decirles que no conocerán, por ahora, la manera de escribir bajo otro seudónimo. Tampoco sabrán, por el momento, ese nombre. Pero mientras más escriba y mientras más contenido haga, llegará el momento en que conocerán esa otra faceta mía. Estén seguros de eso.

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