Cuentos
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Microcuento #13: Día de contar un cuento
Existo en cada librería, biblioteca o en la casa de algún lector. Ahí vivo, en silencio; a la espera de que alguna persona abra mi alma, la lea y viaje dentro de mí. A veces nadie me hace caso, por momentos me dejan abandonado, sucio y sin cariño. Mi corazón no se abre y no logro compartir mi esencia con alguien más. ¿Cuál es mi función en la vida? Lo único que hago es contar un cuento. Puede ser largo, muy largo; tanto que hasta tenga varios hermanos. Puede ser una historia corta, tan pequeña que en un segundo cambie la vida de una persona. No importa el formato en…
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Microcuento #12: La carta
La carta estaba anotada con letra muy fea. Se me hacía vagamente familiar, pero era tan tosca que me daba miedo volver a leer lo que en ella estaba escrito. No eran cosas buenas, ni siquiera tenía remitente; tampoco sabía como había llegado. Estaba ahí, sobre una pila de libros, doblada en dos y con un mensaje terrible. No quise preguntarle nada a mi familia. Si lo hacía, querrían leerla y lo escrito era tan fuerte que preferí esconderla entre mis papeles. ¿Por qué no la tiré? No lo sé. Pero cuando veía el lugar donde estaba metida, sentía como si me llamase para leerla una vez más; para humillarme,…
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Microcuento #10: Un paseo por el sueño
Desperté sin saber dónde me encontraba. La cama se me hacía desconocida y las paredes blancas y desnudas no las había visto nunca. La noche anterior me fui de fiesta con unos amigos para celebrar nuestro último día en la universidad. Todos habíamos salido con honores y debíamos festejarlo. Bailé toda la noche y me puse tan borracha que, cuando me subí al auto de uno de mis amigos, me quedé dormida al instante y me perdí dentro de un sueño profundo e incómodo. Después de un tiempo indefinido, desperté a medias y sentí que alguien me tomaba en brazos mientras caminaba y vociferaba algo que no logré entender. Sentí…
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Microcuento #9: Al despertar
Al despertar por la mañana me quedé sin aliento al no saber en dónde estaba. Me miré en el espejo y grité de terror al ver el paso de los años en mi cuerpo. ¿Quién era aquella anciana del espejo? Busqué por toda la casa para encontrar alguna respuesta: las fotos, las cartas escritas por mí y las evidencias del paso del tiempo. Todo me hizo ver la realidad: mi día a día sería de la misma manera, una vida solitaria de una mujer con amnesia; una vida triste y miserable sin memoria. Decidí que aquella noche, después de tanto tiempo, me quitaría la vida de una vez por todas.…
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Microcuentos para leer de noche #7: De lunes a domingo
Me despertó el sonido del celular. Las notificaciones me asustaron tanto que salí disparado de la cama. Agarré el teléfono con enojo. La luz de la pantalla me cegó por un momento. Con un ojo cerrado y el otro abierto, vi la hora. Eran las tres con treinta y tres de la madrugada. De seguro un amigo borracho que quería que le diera asilo en mi casa. Desbloqueé el celular con dedos torpes y entré al WhatsApp. La foto de perfil era un círculo negro y el número telefónico tenía más de diez dígitos. Tal vez era del extranjero. Abrí los mensajes, estaban escritos y enviados de manera separada. Después…
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Serie de micro cuentos de noche #6: La fotografía
Entramos al café internet como de costumbre. A mis amigas y a mí nos encantaba leer historias de fantasmas y ver fotografías o videos paranormales. Yo no creía en eso, por eso me reía de los gritos de mis compañeras y de sus expresiones de sorpresa. Era divertido. Ese día, empezamos a ver una serie de fotografías. Algunas ya las habíamos visto, por lo que empecé a aburrirme hasta que una de ellas me llamó la atención. Era el de una niña que se había aparecido en un cementerio. Tenía un vestido largo color blanco, el cabello negro le caía hasta la cintura y tenía una mueca de espanto y…
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Cuento en concurso: De lunes a domingo
Hace algunas semanas les mencioné que participaría en el concurso #7microcuentos convocado por Escrittos. Y la buena noticia, es que ya terminé el texto. Incluso ya está revisado, corregido y enviado para su lectura. Me divertí mucho escribiendo el cuento. Al inicio no comprendía muy bien las bases; pero cuando entendí el formato en que tenía que ser entregado, automáticamente supe cómo sería mi cuento. Como les mencioné en la entrada pasada, me gusta mucho colocar algo de mis otras obras en lo que escribo. No he podido hacerlo con tanta frecuencia como me gustaría (porque no tengo muchas historias); pero para este concurso vi la oportunidad de llevar acabo eso…
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Serie de micro cuentos de noche #5: Quédate con el cambio
Era de noche cuando el teléfono sonó. Trabajaba en horario nocturno como repartidor de una farmacia. Miré el cielo. Un torrente de agua caía desde la oscuridad asfixiante de la noche. Sería peligroso salir con la lluvia que se desplomaba como cascadas. Me puse el impermeable, arranqué la motocicleta y con cuidado empecé el viaje. Todavía ni llevaba media cuadra cuando ya estaba empapado desde la cabeza hasta los pies. Debido al viento el agua se me metía hasta por lugares insospechados. La lluvia nunca disminuyó en todo el camino, pero al menos ya estaba en lugar. La casa permanecía en completa oscuridad. La tormenta hacía que la fachada se…
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Serie de microcuentos de noche #4: El bar
No era la primera vez que pasaba por aquel bar. Después del trabajo, cansado y con la corbata en la mano, veía las luces encendidas, a la gente formada y escuchaba el sonido de bandas que tocaban en vivo o voces privilegiadas dentro del lugar; pero nunca me decidí a entrar. Una tarde de viernes, salí de mi trabajo más temprano de lo habitual. Decidí irme a casa para descansar. Me lo merecía. Pasé frente al bar de siempre. El sol aún seguía brillando en el cielo, por lo que el establecimiento estaba completamente cerrado. Ni una luz, ningún sonido; nadie de pie esperando su turno. Verlo tan solitario me…
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Serie de microcuentos de noche #3: Ella
Apagué la computadora. Miré el reloj. Eran las tres de la madrugada. De tanto escribir quedé cansado de la vista. Necesitaba dormir, pero la novela en la que trabajaba no me dejaba tranquilo. Fue en un sueño. La conocí encima de un risco, al anochecer. Me dijo que tenía que escribir sobre ella, sobre su vida; que todo el mundo tenía que saber lo que le sucedió. Llevaba tres días sin dejar de escribir. Dejé mi trabajo, mi vida y me dediqué a las tazas de café y a las palabras que salían sin control gracias al golpeteo de mis dedos en el teclado. Pero finalmente el cansancio me venció.…