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Los meses en los que dejé de vivir
Tal vez lo notaron, tal vez no, pero yo sí, mi ausencia, mi muerte, los meses en los que dejé de vivir. Desde abril del 2022, las cosas en mi vida se fueron al infierno, literal, porque no hay infierno real que el que existe mientras vivimos y los sentimos en carne propia. La ansiedad y la depresión fue tan fuerte que de verdad creí que no regresaría a escribir más aquí. Fue muy feo, muy fuerte, extremadamente horrible. Aún tengo la resaca de la enfermedad que no se quita, sólo se controla y se aprende a seguir en este mundo así, pero me costó demasiado. Me comió la ansiedad…