
Microcuento #12: La carta
La carta estaba anotada con letra muy fea. Se me hacía vagamente familiar, pero era tan tosca que me daba miedo volver a leer lo que en ella estaba escrito. No eran cosas buenas, ni siquiera tenía remitente; tampoco sabía como había llegado. Estaba ahí, sobre una pila de libros, doblada en dos y con un mensaje terrible.
No quise preguntarle nada a mi familia. Si lo hacía, querrían leerla y lo escrito era tan fuerte que preferí esconderla entre mis papeles.
¿Por qué no la tiré? No lo sé. Pero cuando veía el lugar donde estaba metida, sentía como si me llamase para leerla una vez más; para humillarme, hacerme sufrir y lastimarme más de lo que ya me encontraba.
Espero olvidarme pronto de la carta y no encontrarla nunca más. El mensaje se quedó grabado en mi cerebro. No necesitaba leer lo que me quería transmitir. Lo había captado muy bien.

