
Recomendación literaria: Daisuke de Natsume Soseki
Natsume Soseki siempre me sorprende en todos sus libros ya que cada uno es muy diferente al anterior y cuenta una historia de una manera distinta. Abrir un libro de Soseki es no saber qué te espera ni las riquezas que encontrarás en sus páginas. Me pasó con Kokoro y ahora con Daisuke; Sorekara en japonés o And then en ingles.
La época en la que Soseki escribió es entre 1900 y 1950. En otras palabras, cuando se desató la Segunda Guerra Mundial y cuando el periodo en Japón tiene una modernización y occidentalización que se desborda hasta llegar a ser potencia mundial. He leído varios libros japoneses ambientados en esa época; pero Daisuke rompe con toda la percepción porque su personaje, llamado del mismo modo que el libro, es un joven de treinta años que odia las costumbres occidentales y que entra en una depresión tan grande que ni él, ni su familia, logran entender.
Lidiar con la depresión en un país donde esa enfermedad no puede existir
Nos remontamos a esos años. No pueden existir hombres tristes que se sumerjan en la desdicha de la vida. En esa época los hombres debían ser valientes y salir adelante por sus familias, por el honor a sus padres y por mantener en alto el apellido familiar. Pero a Daisuke nada de eso le importa. La psicología del personaje está tan bien trabajada que muchos de nosotros nos identificaremos con la desidia, miedo y angustia que vive el personaje.
Daisuke es el segundo hijo de una familia con mucho dinero. Vive solo y no hace otra cosa que leer, escribir y salir por ahí de vez en cuando. Se queja de las nuevas costumbres, no sabe qué hacer con su vida y sólo habla con el shosei (estudiante que vive acogido en alguna familia) que vive en su casa y que sólo lo utiliza como sirviente.
Daisuke vive en depresión, pero al estar mantenido y sin problemas económicos o alimenticios, no se da cuenta de su realidad. Es un hombre de treinta años, el cual ya debería de estar casado y con un hijo al menos; pero el no tiene interés. Su padre lo regaña a cada rato, su hermano también; incluso su cuñada. Pero ninguno se da cuenta de la verdadera problemática del personaje. La tristeza que Daisuke carga es muy grande y esa depresión es la que lo impide avanzar con su vida y hacer lo que los hombres de su edad harían.
Su vida diaria se resume a regaños, desidia y tristeza. Pero no por eso el personaje llega a caer mal, al contrario; genera tanta empatía que por momentos llegas a entender y comprender lo que vive, siente y piensa. O eso me pasó a mí.
Un amor no correspondido que cambiará su destino
La tristeza de Daisuke no es gratis. Su depresión viene por la presión de la familia, por la presión de su edad y por la pérdida de costumbres que atraviesa el país en general; pero un corazón que no le corresponde agranda el malestar por todo lo demás. Daisuke tiene un mejor amigo, el cual está casado con la mujer que Daisuke ama.
El personaje sabe que está mal y conoce la situación de ella y de su amigo. Los dos no tienen dinero por lo que decide ayudarlos. Lo que sea por verla feliz y menos enferma. Al mismo tiempo, la familia de Daisuke le concreta un miai (matrimonios arreglados), por lo que nuestro protagonista no sabe qué hacer. No sabe cómo decirle a su familia que no quiere nada con esta mujer; a su amigo que está enamorado de su esposa y a la chica que la ama más que a él mismo.
Estos eventos son los que hacen que Daisuke despierte y se ponga las pilas. Que no vea a la vida como la noche y la mañana; como un día tras otro. Su destino está a punto de cambiar y sin saber a quién complacer, hará lo que su corazón dicte y lo que, para él, sea la mejor opción.
Una revelación de la sociedad japonesa
Daisuke me gustó mucho no sólo por su historia de amor y mi empatía con el personaje. El libro muestra a la sociedad japonesa y sus emociones, lo que pensaban en ese momento y por lo que atravesaban antes de la guerra. El cómo veían a las mujeres y el cómo se percibían los hombres. La manera en que tenían que estar formadas las familias, el honor y el respeto hacia los padres y hermanos mayores. Los matrimonios concretados y la manera en que deseaban que los hijos tuvieran el prestigio necesario en lugar de felicidad.
También, me gustó mucho por la manera en que relata la depresión cuando las personas ni siquiera sabían que eso existía. La apatía, el desgano, la manera en que se aparta de su familia y amigos; incluso el cómo pierde el gusto por las cosas diarias de la vida, son un claro ejemplo de depresión.
En las novelas ambientadas en esta época japonesa, he leído varios como los de Dazai Osamu, donde también presenta la tristeza y depresión de él como autor y de sus personajes; pero en Daiske se muestra a detalle el desajuste emocional que causó la era Meiji y la modernización hacia los pensamientos, sentimientos y deseos de los japoneses. Por eso creo que es una novela maravillosa.
Por otro lado, la historia de amor es demasiado tierna, prohibida —lo que la hace más interesante— y que hace que el personaje crezca como humano que es. Que tome decisiones, que se aventure y deje atrás la desgana; que piense las cosas y trace planes. El amor de la joven hace que su mente cambie y empiece a girar en lugar de compadecerse de su propia amargura. Y ese crecimiento, esa experiencia es algo maravilloso de leer.
Tal vez Daisuke sea un personaje aburrido y cansado para muchos. Para otros un hombre con el que pueda identificarse. Pero seguir su historia de cerca, el crecimiento de su corazón y la decisión que toma al final; hace que valga la pena cada unos de los capítulos de la obra.

